Hoy queremos aconsejar a aquellas personas que, por primera vez, se encuentran con que le han regalado un perro. Desde ya, que partimos de la base que, quien hizo el “regalito”, conoce bien a la persona y por lo tanto, sabe que su regalo será aceptado con amor.
Se tratará, seguramente, de un cachorro de pocos meses que hasta ese momento ha vivido con su madre por lo menos y sus hermanos y hermanas. Sin duda ha pasado jugando. Llegará a su nuevo hogar como un extraño y no estará acostumbrado a la lluvia de mimos que recibirá.
El primer consejo es que el animalito llegue en horas de la mañana, cuanto más temprano mejor, así tendrá tiempo para acostumbrarse y cansarse y pasar la primera noche lejos de su familia.
Normalmente todo cachorro es muy curioso, explorará todo el lugar y, probablemente produzca algún accidente. Si ello ocurre, de ninguna manera hay que castigarlo. En el futuro se le podrá retar con la voz, nunca con castigos físicos.
Si el animalito vivirá en un piso, preparemos el lugar donde dormirá, (aconsejable en la cocina) una caja o cajón adecuado a su tamaño, puede servir como primera morada. En cuanto demuestre síntomas de cansancio lo llevaremos a ese lugar elegido, estimulándolo para que duerma. En cuanto despierte, lo llevaremos a su caja de necesidades (caja de arena) o diarios.
Si el cachorro vivirá en una casa con jardín, podemos realizar el mismo procedimiento, en este caso compraremos una “casa” adecuada al tamaño que desarrollará, tema que veremos en una próxima entrega. Cuidaremos además, su localización para que tenga abrigo del calor o del frío.
En ambos casos, nos prepararemos a pasar la primera noche. Tendrá su cama, agua y algún juguete Pero el cachorro extrañará y demostrará su soledad y tristeza con aullidos. La tentación de ir con él será muy fuerte, pero es necesario que aprenda cuál es su lugar y cuanto antes lo hagamos es mejor. De ninguna manera se debe llevar al cachorro a la alcoba, eso arruinará todo su aprendizaje y lo condicionará en el futuro.
Imagen: flickr.com